Migra...ña, confundidas pero todavía aquí

Publicado el 4 de febrero 2021

Read this article in English

La situación de las trabajadoras sexuales migrantes en los Países Bajos

Y por qué la despenalización del trabajo sexual debe incluir a todos

Hace un par de meses estaba hablando con este chico, recién llegado a Holanda, cuando mencionó que visitar el Barrio Rojo había sido una verdadera revelación para él. Nunca había estado en un lugar donde todo se vale; trabajadoras sexuales cis y trans en las ventanas, marihuana. Me dijo que realmente logró disfrutar usando los servicios disponibles. Nuestra conversación avanzaba de manera fluida, cuando me preguntó de qué se trataba mi activismo. Le respondí que la emancipación del trabajo sexual era uno de mis temas de interés. De la manera más casual, rápidamente me aclaró que estaba en contra de la prostitución. ¿Por qué? Le pregunté. Porque la mayoría de las mujeres que ejercen la prostitución se ven obligadas a hacerlo, respondió. Traté de educarlo sobre cuán amplio es el alcance del trabajo sexual, pero me sentí como si estuviera hablando con una pared.

Soy una mujer trans con un historial de trabajo sexual, en mi experiencia no hubo ninguna persona que me obligó a hacerlo, sino un conjunto de circunstancias.

Esto me hizo pensar, no era la primera vez que escuchaba declaraciones tan radicales como esta, que la prostitución solo puede ser realizada por mujeres en contra de su voluntad. Y que debería prohibirse por completo para protegerlas. Soy una mujer trans con un historial de trabajo sexual, en mi experiencia no hubo ninguna persona que me obligó a hacerlo, sino un conjunto de circunstancias. La pobreza y la falta de acceso a cualquier otra forma de generar ingresos fueron las principales razones por las que me uní al oficio. También fue el sentimiento empoderador de ser valorada por mi cuerpo y mi tiempo. Cuando hacía trabajo sexual, era en un lugar donde no solo era ilegal, sino que si me arrestaba la policía (lo que sucedió varias veces) también corría el riesgo de ser deportada. Me gustaría poder decirle a este chico que el trabajo sexual no es el problema, pero la falta de oportunidades y las leyes punitivas sí lo son.

¿Cómo le explicas a una persona ”normal”' (él / ella con el poder de votar) que el trabajo sexual tiene muchos ángulos y que muchas veces el problema no es el trabajo sexual en sí, sino cómo la sociedad ve y trata a las trabajadoras sexuales? Especialmente trabajadoras sexuales de comunidades marginadas, madres solteras, migrantes, personas viviendo con el VIH, mujeres trans, negras, gitanas, etc. Ahora hay una herramienta que puede ayudar mejor a las personas y los políticos a comprender y ayudar a las trabajadoras sexuales.

Durante los últimos dos años he estado trabajando en el informe ‘La situación de las trabajadoras sexuales migrantes en los Países Bajos’, un proyecto comunitario realizado en colaboración con la campaña SAVE, Trans United Europe, PROUD e ICRSE. Para este informe profundizamos en la experiencia vivida de las trabajadoras sexuales radicadas en Holanda, pero que no son nativas de los Países Bajos, en medio de un sistema sobreregulado que no toma en cuenta las necesidades de las trabajadoras sexuales indocumentadas, migrantes, refugiadas y trans.

Para esta investigación incluimos las experiencias de trabajadoras sexuales migrantes y trans, pero también de trabajadores sexuales masculinos (un grupo que tiende a pasarse por alto). Nuestro grupo de participantes procedía de diferentes países de Europa, pero también de países de América y otras regiones del mundo. Nos esforzamos por incluir a quienes trabajan legalmente, pero también a quienes trabajan indocumentados.

Las conclusiones del informe son claras: la forma en que se regula el trabajo sexual en los Países Bajos deja mucho que desear. No solo está tan sobreregulado (ciertamente más que otras ocupaciones), sino que las trabajadoras sexuales inmigrantes e indocumentadas no europeas están siendo activamente perjudicadas por las regulaciones. El sistema apenas se puede navegar porque cada municipio tiene regulaciones diferentes (pero igualmente restrictivas). Las regulaciones en torno a la concesión de licencias han creado un sistema de dos niveles en el que algunas trabajadoras sexuales trabajan en el sector con licencia y otras en el sector sin licencia. Las trabajadoras sexuales no europeas sin visa están excluidas por defecto del sector con licencia porque la prostitución es el único sector laboral en los Países Bajos para el cual la ley prohíbe la emisión de un permiso de trabajo. Trabajar sin un permiso solo puede conducir a más clandestinidad, lo que a su vez crea un ciclo de más problemas y precarización.

Además, dado que la legislación actual y la opinión pública a menudo confunden el trabajo sexual autónomo con la trata, las personas obligadas a trabajar en la clandestinidad, especialmente cuando trabajan entre pares para sentirse más seguras, corren el riesgo de ser mal entendidas y maltratadas por las fuerzas de seguridad.

Las políticas migratorias restrictivas hacen que sea difícil, sino imposible, que los inmigrantes indocumentados trabajen legalmente.

El informe termina señalando que las políticas gubernamentales, que a menudo sirven para legitimar los prejuicios y surgen de la idea de que el trabajo sexual es inmoral o que las trabajadoras sexuales son víctimas sin agencia que necesitan ser rescatadas, dañan a las trabajadoras sexuales más de lo que las ayudan. Las políticas migratorias restrictivas hacen que sea difícil, sino imposible, que los inmigrantes indocumentados trabajen legalmente.

La última recomendación del informe es despenalizar de manera inequívoca el trabajo sexual y tratar el trabajo sexual por igual que otros tipos de trabajo. Esta sería la mejor manera de reducir el estigma y, por lo tanto, la violencia financiera, social, emocional y física causada por el estigma. Esto debería aplicarse a todas las trabajadoras sexuales, no solo a las holandesas, sino también a las trabajadoras sexuales inmigrantes e indocumentadas.

Creo que herramientas como este informe de investigación son fundamentales para mostrar a los responsables de la formulación de políticas, pero también a las ”personas normales'' como el chico que mencioné en el primer párrafo, lo complejo que es realmente el trabajo sexual. Esta herramienta también es importante para quienes somos migrantes y especialmente aquellos con una o más intersecciones, para comprender y defender mejor nuestra comunidad. Compartir esto con amigos y aliados (y su político local), podría cambiar opiniones. En cuanto al chico, le envié un enlace al informe para que pueda hacer algo más que hablar desde el desconocimiento.

Puede encontrar un resumen del informe -por el momento solo en inglés- y descargar el informe completo aqui.

Alejandra Ortiz

Alejandra Ortiz es una mujer trans mexicana. Ella trabaja con proyectos y organizaciones que empoderan a transmigrantes y refugiades, trabajadores sexuales y personas que viven con el VIH. Como TUE, TranScreen Film Festival, ICRSE, TNN y Papaya Kuir entre otros.